Estamos viviendo una emergencia sanitaria. Una situación, para la mayoría de nosotros/as (y los países), ABSOLUTAMENTE NUEVA. Preocuparnos ante la incertidumbre es completamente normal y saludable, pero debemos procurar que la preocupación NO nos paralice sino que nos lleve a actuar dentro de lo que esté en nuestro alcance: centrarnos en lo que podemos HACER nosotros.
¿Y qué podemos hacer hoy? Limitar nuestros contactos lo máximo posible. Efectivamente, para unos/as es más posible que para otros/as, pero TODOS/AS PODEMOS CONTRIBUIR.